Te he dicho ya Que hay dolores que no se curan con aire ni a fuerza de respirar
Que hay parkings que huelen a gasolina Donde los gatos cobijan sus sueños Y no se asfixian entre sus ansias de libertad.
Te he dicho ya Te he dicho ya Que la tristeza No lleva paraguas Ni botas para saltar De charco en charco Y llegar a la orilla.
Que no todas las piruletas son de corazón Que hay caramelos intoxicados que no se reparten a las puertas del Colegio ni abren las del cielo ni cierran las del infierno.
Te he dicho ya que siempre que me equivoco es para volver a empezar.