martes, 30 de octubre de 2018

Todo el mundo busca el amor



Todo el mundo busca el amor
y yo soy poeta de bolsillo.
No se me arreglan los bolsillos
voy con ellos todos agujereados
y se me van cayendo las cosas
por ahí, por toda la ciudad.

Todo el mundo busca el amor
pero la calidad del aire es pésima
aunque en La Calzada haya un cartel
que pone que la calidad del aire es óptima.
Es mentira, todos lo sabemos.

La calidad del aire en La Calzada es pésima.
Y no hay AMOR en ello.
DIOS EXISTE
ESTÁ EN TODAS PARTES.

Está vendiendo esperanza...
En las Casas de Apuestas en las que la gente 
pierde su dinero, o el salario social o el paro.
Está en los Puticlubs de medio pelo
donde roban a los borrachos
y defenestran a las mujeres.

Todo el mundo busca el amor
el abrazo gratis está en las calles.
La indignación nos unió
y la indignación nos separará.
Porque nunca es suficiente
nos hace falta la rabia.

Todo el mundo busca el amor
yo creo que lo he perdido. 
A veces viene gente a mi casa. 
Soy un respiradero.
Alguien con quien pueden hablar
de sus sueños sin tapujos.

Soy un poeta florero
a veces parece que estoy por estar.
No molesto a nadie.
Hasta que echo fuego por la boca
y los pétalos son los cristales rotos
de una botella de Jack Daniels.
Y ya solo quiero estar solo
o en muy buena compañía.

No tengo una personalidad adictiva
por lo que no me engancho a nada
y soy capaz de engancharme a todo.
La escritura siempre está
en el medio de todo.

Es mi línea de flotación
que navega en un mar de deseos insatisfechos.
Hay un banco de peces de colores
que juegan con gatos azules
pero siempre están de paso
tienen que volver a sus vidas aburridas
 y a mi me dejan con mi línea de flotación.

Escribiendo sobre el tiempo que hace o deja de hacer 
o los cambios de estaciones por lo mucho que nos afectan.
Todos y todas buscan el amor
pero la calidad del aire en La Calzada es pésima
y sus habitantes parece que se ahogan
y van en un barco a la deriva.
Yo me voy con ellos...
Pero busco la bodega
para antes de morir
emborracharme de vida.

Víctor Cuetos, Xx, XXXX

lunes, 8 de octubre de 2018

Octubre



Es Octubre ya hace frío y tú te has ido
pero de eso ya hace mucho tiempo.
Ya ni siquiera recuerdo quien eres...

La temperatura baja diez grados
de un día para otro
y tú te levantas sin saber que ponerte.
Parece que va darte un resfriado.
Mientras tanto el entretiempo
ha desaparecido
y la primavera se está muriendo
en nuestras manos,
creo que la hemos matado.

El invierno está cerca
de momento todo oscila
entre la cálida y pesada humedad
y los cambios radicales de temperatura.
Los ciudadanos empiezan a parecerse
a ciudadanos, convocan huelgas, protestan
y las noches son más noches
y tú te has ido
y creo que ni siquiera sé quien eres.

Habrá que pensar en comprar paraguas
y perderlos todos en los bares
en una noche loca
de las tantas en las que se me olvidó quererte
y solo me quise a mi mismo.
Llegar y escribir, o no escribir nada
contemplando únicamente la oscuridad que se cierne sobre mi.
Y tú te has ido, o ya no estás, y yo sigo sin saber quien eres.
Creo que nunca lo he sabido
pero tú tampoco has sabido quien soy yo.

Es Octubre los trenes son más trenes
las vías férreas se mojan
el tendido eléctrico
las luces son más luces
y las estrellas se asoman únicamente
en una noche de esas en las que no puedes dormirte
y sales porque ya no puedes estar en esa cama
tú solo)
Pero ya no las ves con la misma intensidad.
Se han ido, son fugaces...o vas tan ciego que ya no puedes verlas.

Es Octubre y no es rojo
más bien tira a negro.
La oscuridad se cierne
y cuando sale un rayo de sol
es para recordarte la cerveza fría
el sabor amargo de los besos que no son besos
porque se fueron entre terraza y terraza.

Es Octubre, tengo frio, a veces tiemblo.
Las hojas caídas entran en los portales
pero solo las ven
los que llegan de noche
y se van muy temprano.
Hay algo raro en este tiempo
porque las copas de los árboles
están preciosas
los valles se humedecen
llueve
y los ríos van más rápido
que de costumbre.
Tu vida pasa...
Te levantas como si hubieras perdido algo
y te acuestas casi dormido.
Y tú sigues fuera
esperando a que ese algo
pase
pero ya ni siquiera sabes lo que era.

¿Qué será de nosotros?
Si nunca ha habido un nosotros
si ya no hay revoluciones en Primavera
si ya no hay Primaveras
o duran poco o son fugaces.
Porque al igual que al Otoño 
el invierno y el verano estrechan su cerco 
y no dejan espacio al resto de las Estaciones. 
Y ya solo son un Estado del Ánimo
que cambia radicalmente 
como las temperaturas, como las estaciones 
que dejaron de ser Estaciones. 

Víctor José Cuetos, Xx, XXXX

A Antonio Tabucchi, gracias al cual descubrí a Fernando Pessoa y al gobierno de Salazar. 

miércoles, 3 de octubre de 2018

Adverbios




A veces me pregunto
si la poesía me salvará
de una muerte segura.
Y si haré apología del A veces
o de la poesía como forma de vida.
Me libera
o pienso que me libera
aunque me hace más frágil
y por lo tanto más consciente de todo.

Suelo predicar el “a veces” con frecuencia
habita en mi la procrastinación del ser adverbio
en modo y forma y su insoportable levedad “a veces”.

A veces me pregunto
si la poesía me salvará
o me matará.
A veces prefiero ser poeta
que cualquier otra cosa distinta
a veces prefiero ser narrador
un narrador distante
que frecuenta los adverbios
para no tener que estar conjugando
verbos todo el tiempo.
Me cansan los artículos indeterminados
y algunos sustantivos.
Creo que me estoy volviendo loco
y la poesía me sanará
me salvará de toda esta mierda
que nos hemos montado
y que algunos aun se atreven
a llamar Civilización y Democracia.
Aunque casi nadie ha movido un dedo
para salvar a Grecia, ni a los que se pierden
en el mar en un viaje con destino incierto.
Una jodida Odisea Griega.

A veces me pregunto
si merecerá la pena
que la poesía me salve
o si hay algo de lo que salvarme.
Es entonces cuando recurro a los Adverbios
con frecuencia
habitualmente
de tiempo
y reniego del tiempo que hace
o del tiempo que pasa
o de todo lo que debería pasar
y no pasa más que por mi cabeza.

A veces me pregunto
si yo realmente he elegido
ser
poeta
o narrador
o yo que sé...

Es cuando quiero que pase el tiempo
y vuelva a ser consciente de todo
frágil vulnerable
de pecho abierto
de risa fácil
de lágrimas laceradas lacerantes
y escribir entonces los versos más precisos
y que te lleguen
que te toquen
que te conmuevan o te hagan reír.
Que te atormenten o
que te hagan olvidar
todas las odiseas vividas
y las que te quedan por vivir
pensando que un Adverbio
que se hizo
o al que han hecho poeta
ha conseguido matar al tiempo
y a su “a veces “ insoportable y anodina levedad.

Víctor José Cuetos González, Xx, XXXX