martes, 10 de diciembre de 2019

Cerebros Destruidos




El otro día lloré
hacía mucho tiempo
que no lo hacía
de verdad
de una manera tan natural
y arrolladora.

El otro día lloré
y no fue ni será
la última vez
que lo haga.
Yo nunca me creí aquello
de que los hombres no lloran.

Anduve jugando con la memoria
utilizándola de arma arrojadiza
para ver si alguno de los allí presente
en ese momento
en la barra del bar
era capaz de sentir lo mismo que yo.

Obtuve silencio y alguien me dijo:
-Con los muertos no se juega, amigo.

Con los muertos no se juega
solo se hace poesía
o se bebe en silencio.
Porque con las lágrimas
sabemos que hay heridas
que nunca se curarán.
Y la bebida solo hace crecer la herida.
Pero llorar /sin embargo/nos hace conscientes de ello.

Cuando recordamos...
a aquellos que no pudimos despedir
ni tampoco rescatar
porque se los llevó el frío calculador
en un banco en medio de la nada.
Sentados...
sobre los escalofríos de la ausencia
y la embriaguez y la abstinencia.
La embriaguez y la abstinencia.

El otro día lloré
hacia mucho tiempo
que no lo hacía
de verdad.

Lloré...
cuando hacíamos memoria colectiva..
de los que se murieron en un portal
en una calle que nadie quiere nombrar
en un barrio que ahora parece deshabitado.
A los que decidieron
de alguna manera desertar
de esta vida injusta
que se los llevó sin preguntar
si es que  realmente querían irse para siempre.

Por eso...
siguen en nuestros corazones
habitando las heridas
que nunca cicatrizarán del todo
porque están vivos
porque están en todos nosotros
en todas nosotras.

Con los muertos no se juega
solo se bebe en silencio
o se hace poesía.

Víctor Cuetos, Xx, XXXX

domingo, 1 de diciembre de 2019

Equinox


Todos los silencios del mundo
han venido a este lugar oscuro
en la faz de la tierra.

Adentrándose
en el frio que se hizo carne
para así calentarnos
y hacer un abrigo de pieles
que espante al espanto.

Todos los silencios del mundo
han venido a este lugar oscuro
en la faz de la tierra
como una canción
que nace del grito
que espanta nuestros males.

Nos libera cuando hay luz
nos muestra la belleza
que nos rodea.

Todos los silencios del mundo
han venido a este lugar oscuro
de la faz de la tierra.

Desde aquí se escucha
la lluvia susurrante
el viento batiéndose
con las hojas de los arboles
que caen
como cae nuestra existencia.

Todos los silencios
del mundo
han venido
a este lugar oscuro
de la faz de la tierra
a decirte al oído
lo que nunca fuiste capaz
de expresar con palabras.

Víctor Cuetos, XX, XXXX