Tengo la destreza de perder
tantos amigos
como ganarme enemigos.
Esa destreza de clase
que nunca tendrá Nicolás
o el hijo del puto Rey Emérito.
Heredada de mineros
madres coraje
abuelas del Mayo universal
y trabajadores y trabajadoras
del vil metal.
Tengo la destreza de morir protegiendo
todo en lo que creo
como aquel maqui
que se disfrazó de mujer
para proteger a todos los Maquis
más allá de la Meseta,
cerca del Cantábrico y de los Picos de Europa.
Aquellos y aquellas,
que quedaron cuando ya no quedaba nada.
O los y las que murieron como Rebeldes
con causas mayores y consecuencias peores.
Lamentablemente para mi
lamentablemente para ti;
mis enemigos más intensos.
Mi sangre es roja llena de turbulencias,
a veces negra como el carbón
y cuando me enervo todo sale
al exterior. Sin tapujos.
Y los rumores corren
como corre la pólvora
o como la gasolina deflaaaaagra.
Y hay gente tan idiota
en nuestras filas
como en las de ellos.
Puedo recurrir a la palabra escrita
tanto como a la dinamita.
Por los pueblos corre el rumor
de que violé vírgenes sagradas
y cristos atados a un palo
o qué maté a un facha por amores turbios
que no se cierran con una puerta blindada.
Pero el maqui, nunca mata por amor.
Mata para sobrevivir.
Niño Criminal, Xx, XXXX ( Realidad Ficción)