Tristezas
de jardín
que no
entran en macetas
girasoles
que no dan pipas
calabazas
que nunca se comen
Tristezas
de jardín
entre
matojos de malas yerbas
ortigas
que te enseñan
a
sentir dolor cuando solo
eras un
crio de mierda.
No te
enseñaron a padecer
ni a
sufrir
tuviste
que pincharte con espinas
cortarte
con cristales
tropezar
con los bordillos
y caerte
en plena calle
a la
vista de todos.
Tristezas
de jardín
donde
cagan los perros
mean
los gatos
cantan
los grillos
y ves a
la luna desesperada
huir de
la noche que la abrigaba.
Tristezas
de jardín
Nadie
te enseño que esperar
Y tener
paciencia
Errar para volver a empezar
siempre
tiene su recompensa.
Eterno,
Isuerre, 2013