Es ese no lugar donde van
los que se creen mas vivos
que los demás. Aunque mañana
se levanten para trabajar o se
acojan a dos días sin sueldo y toda
una resaca. O yo que sé.
Llevo tanto tiempo en asamblea
conmigo mismo que las luchas de
poder y las batallitas de Egos
ya las veo de lejos.
Como esos Tugurios donde la gente
va a perderse y solo se encuentra
así misma para volver a levantarse
y/o acogerse a una baja voluntaria.
O a dos días sin sueldo y toda una
resaca por delante. O yo que sé.
Ahora que está de moda la
marihuana que sabe a Mandarina
o a decir la verdad; callándosela.
Por eso de los daños colaterales
y los Complementos Indirectos.
Porque la gente, como dice
mi prima, tiene la piel muy fina.
Porque ya no queremos que nada
nos perturbe. Ni tan siquiera la
verdad o en su defecto la Realidad.
Así que, yo que sé. Todo pesa más
de la cuenta aunque parezca liviano
y el Mindfulness nos ayude a cargar
con todo ese peso.
Quizás, los próximos Retiros
Espirituales de moda sean
Tugurios perdidos en la Extrarradio
de cualquier ciudad.
En los que la buena vecindad es un
insulto al prójimo.
Donde van los que se creen los más
vivos de la ciudad.
Así que, oh sí, un Tugurio es una
mezcla de bar y malos augurios.
Donde los egos se encuentran,
se transforman o incluso se
autodestruyen.
O se acogen a una baja voluntaria o
a dos días sin sueldo.
Y a toda una resaca por delante.
Víctor Cuetos, Xx, XXXX