Si
seguimos así los bosques
estarán
en las azoteas de nuestros pisos
la
llamada de lo salvaje solo se oirá
en
el hilo musical de un supermercado.
Nuestros
instintos de supervivencia
serán
tics nerviosos.
La
humanidad dominará, por fin,
a
su adversario más temible:
la
tierra
el
universo
y
no habrá ser vivo capaz de soportar
el
peso de nuestra existencia.
-No,
no, que va, hombre.
Si
seguimos así la tierra se despertará
de
su letargo
Y
demostrará
como
está demostrando
que
es infinitamente
superior
al pequeño gran hombre.
Un
sarpullido en su espalda
un
grano en el culo
que
ya le está empezando
a
picar demasiado.
Eterno, Zaragoza, 2009
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