sábado, 21 de octubre de 2017

Innova


Normalmente 
cuando
le cuentas toda tu vida a una persona
se acabó todo 

tú dejas de hablar 

y ella se sume en el silencio.

Normalmente 
nos conocemos 
nos reconocemos
nos olemos
hasta nos consumimos 
con el sueño 
los sueños 
las pesadillas 
las duermevelas
y los insomnios pasajeros.


Todo se traduce 
en tiempo 
en cuanto 
en donde
hasta cuando
dejas de sentir 
curiosidad.


Como el gato negro 
por los tejados del Zinc 
o el gato blanco 
por las películas de Kusturica.


Normalmente es un adverbio
que nosotros no contemplamos
porque nos gustan tanto los INFINITIVOS
que no podemos conjugarnos de otra manera. 


Víctor Cuetos, Xixón, 2017

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