Los perros se hacen viejos como sus dueños
algunos van cojos, otros van ciegos
paseando sobre luces inteligentes.
Practicando el bello ejercicio de caminar por la ciudad
de noche cuando más frío hace, cuando ya todos están
en sus casas, salen…
Los perros, sus dueños van cogidos de la mano
aunque les una la correa; se sueltan, se enganchan.
Practicando el bello ejercicio de caminar por la ciudad
cuando ya casi no queda nadie y se encienden las luces
y parece que ya casi no quedará ya rastro de vida
inteligente.
Los gatos se hacen viejos, algunos se quedan ciegos.
Mirando desde las ventanas como sus humanos
compañeros de piso practican el bello ejercicio
de caminar por la ciudad cuando es de día.
Cuando quizás haga más frío de lo normal
o haga más calor y esté todo el mundo
o casi todo; fuera de sus casas.
Practicando el bello ejercicio de caminar
cuando aún es de día.
Y cuando ya no quede rastro de luces
ni a penas si quiera vida inteligente
verás a los gatos ciegos mirando como tú
desde la ventana y a los perros tuertos
que se liberaron de las correas.
Todos y cada uno de ellos.
Todas y cada una de ellas.
Practicando el bello ejercicio de caminar
por la ciudad cuando es de día o es de noche.
Como tú y como tú estaremos buscando
la verdad en un universo a medias
o en una mentira edulcorada que te sirva
que se le parezca.
Buscando una mejor versión de nosotros mismos
mientras practicamos el bello ejercicio de caminar
por la ciudad cuando es de día o cuando es de noche
sobre luces seguramente más inteligentes
que todos nosotros.
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