sábado, 26 de diciembre de 2020

El bello ejercicio de caminar por la ciudad

 





Los perros se hacen viejos como sus dueños

algunos van cojos, otros van ciegos

paseando sobre luces inteligentes.

Practicando el bello ejercicio de caminar por la ciudad

de noche cuando más frío hace, cuando ya todos están

en sus casas, salen…

 

Los perros, sus dueños van cogidos de la mano

aunque les una la correa; se sueltan, se enganchan.

Practicando el bello ejercicio de caminar por la ciudad

cuando ya casi no queda nadie y se encienden las luces

y parece que ya casi no quedará ya rastro de vida inteligente.

 

Los gatos se hacen viejos, algunos se quedan ciegos.

Mirando desde las ventanas como sus humanos

compañeros de piso practican el bello ejercicio

de caminar por la ciudad cuando es de día.

Cuando quizás haga más frío de lo normal

o haga más calor y esté todo el mundo

o casi todo; fuera de sus casas.

Practicando el bello ejercicio de caminar

cuando aún es de día.

 

Y cuando ya no quede rastro de luces

ni a penas si quiera vida inteligente

verás a los gatos ciegos mirando como tú

desde la ventana y a los perros tuertos

que se liberaron de las correas.

Todos y cada uno de ellos.

Todas y cada una de ellas.

Practicando el bello ejercicio de caminar

por la ciudad cuando es de día o es de noche.

 

Como tú y como tú estaremos buscando

la verdad en un universo a medias

o en una mentira edulcorada que te sirva

que se le parezca.

Buscando una mejor versión de nosotros mismos

mientras practicamos el bello ejercicio de caminar

por la ciudad cuando es de día o cuando es de noche

sobre luces seguramente más inteligentes

que todos nosotros.

 

 




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