Un día bastante más gris
de lo habitual.
Se ve que eran las ocho
o nueve de la tarde.
Mientras tomaba una cerveza
en un Bar al que solía acudir
con bastante frecuencia.
Salí a fumar, solo, mis acompañantes
se quedaron en el Bar.
Afuera estaba un conocido de barra.
Me dijo, mientras apuraba su cigarrillo
y yo prendía el mío.
-Todos tenemos un lado oscuro, Víctor.
Era una de esas frases di-lapidarias
que apetece enmarcar y colgarlas
en una pared de casa.
-Víctor, todos tenemos un lado oscuro.
Sin embargo, echando la vista atrás
no me gustan ninguno de esos lados oscuros
que solemos habitar
y que nos conducen al suicidio en masa
o al tuyo, particular.
Ya sea, poco a poco,
o de manera súbita.
Así que la próxima vez que me digan:
-Víctor, todos tenemos un lado oscuro.
Yo diré:
- Yo es que cuando oscurece soy más de estar en casa.
Víctor Cuetos, Xx, XXXX