martes, 9 de abril de 2024

Karamelo

 





Un día me compararon con un tal Carmelo. 

Y dije: 

Yo no escribo en los contenedores;

los incendiaba. 

Yo no escribo para contentar; 

tu descontento. 

 

Yo soy hijo de la rabia 

con piel de serpiente 

voz de cordero 

manos de cocinero 

ex trabajador del metal

con callos de usar cuchillos

cebolleros y callos de usar la Radial. 

 

Te hago un salmorejo de Sandía

o una fabada con Chorizo de Bimenes. 

O te pulo metal, y limpio la escoria. 

No soy un poeta más al que adorar

porque convivo contigo. Aquí y ahora. 

En este mismo puto momento. 

 

Me hundo contigo

me quemo contigo

solo así puedo saber

como te sientes, y

puedo acompañarte

con estas palabras;

nuestras palabras.

 

Incendio y apago

mis propias hogueras.

Soy lo que quieres que sea.

Tu infinita tristeza.

Tu rabia desmedida.

Una radial, un cuchillo,

una brocha gorda,

un trazo definido;  

con un principio

un desarrollo

y un final contundente.

En eso si me parezco

a Carmelo.

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