lunes, 28 de abril de 2008


Mayo del 68 cumple años y algunos periódicos de tirada nacional dedican unas cuantas páginas a su conmemoración. ¿Es un cumpleaños feliz? ¿un certificado de defunción?
Dicen que la nostalgia es un anhelo por recuperar lo vivido y francamente uno siente cierta melancolía por aquellos hechos de la historia en los cuales no pudo participar directamente por edad o por cualquier límite de espacio o tiempo. Pero pueden compartir o identificarse con algo que no le es del todo ajeno.

Hoy, después de tanto tiempo, de tantos adelantos tecnológicos, de tanto progreso y evolución, no sólo no hemos solucionado los problemas más acuciantes, sino que las desigualdades se multiplican y la pobreza se extiende como una plaga sobre los más débiles e indefensos. Pero entre los más protegidos, digamos aquellos que tienen sus primerísimas necesidades cubiertas, tampoco es que haya una notable mejoría, sobre todo en su modus vivendi y su forma de relacionarse con el entorno.

Entonces, aceptando que hemos mejorado en muchos aspectos pero en otros muchos hemos ido involucionando, ¿cómo no sentir simpatía por aquellas personas que durante
un corto espacio de tiempo quisieron de alguna manera mejorar como humanos, transformarse y transformar este entorno hostil en un lugar más acogedor y agradable?
Detuvieron las cadenas, los engranajes de la producción para repensar el mundo y hacerlo más habitable.

Fue un acto premonitorio acaso, en un momento en que el capitalismo era algo relativamente nuevo. De hacia donde vamos, detengámonos un momento y pensemos si realmente van a mejorar nuestras vidas a largo plazo. El testigo esta ahí, la historia necesita un respiro, el mundo necesita un respiro, nuestras vidas en común necesitan un respiro.

De ahí la importancia de la historia, de los hechos, de las palabras, y de la transmisión ya sea oral o escrita. Me consta que muchos de sus participantes y protagonistas se sienten avergonzados, frustrados con la sensación de que no han cambiado nada, pero nada más allá de la realidad. En cuanto a que está en el subconsciente colectivo de muchas personas y quizás los altermundialistas y sus foros sociales, sus movilizaciones, su actitud sea la heredera directa de ese Mayo del 68.

Necesitamos un respiro, que el tiempo estipulado se detenga de nuevo y el capitalismo desaparezca de nuestro imaginario colectivo.

"La historia casualmente nos enseña
que toda revolución esta destinada al fracaso,
la realidad nos disuade de llevarla a cabo,
y lo que pensamos e incluso lo que "soñamos"
esta condicionado por nuestras necesidades ¿económicas?”

एतेर्नो कोन्तेम्पोरानेओ
 




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