miércoles, 28 de mayo de 2008

Alopecia Galopante. DEGOLAMENTOS I


Uno nunca deja de creerse lo que es o lo que intenta ser, como fingir que ya no eres el mismo ni por asomo. Y repite, recircula… Las mismas palabras, los mismos hechos, la misma puta formula, la misma regla de tres para todas las preguntas.
Y observas, y ves; unos gimen, otros repudian, otros lamentan, y hasta se ríen.
Los hay que arrastran la condena sin pena ni gloria, otros parecen vacuos, anodinas sombras de lo que han sido quizás.
Algunos guardan eterno silencio y simplemente interactúan con sus semejantes.
Y hasta los hay que se comunican, que intercambian frustraciones, traumas y hasta dolores ingentes.
Me gustan los escépticos, que se ríen desde las entrañas y en unas palabras te demuestran lo infelices que son o se sienten. Sus rostros de cansancio, la tímida sonrisa por cansina, y abotargada a causa del día-al-dia. Trabajo cago meo como duermo cobro gasto conduzco y a veces hasta follo pero madrugo dia-tras-día

Eso es, me gusta esta gente resarcida, quemada hasta las trancas, aburrida
Hoy he tenido la maldita suerte de encontrarme con uno de estos tipos, en este caso tipa.
Sin embargo aun no ha llegado a ese punto en el que eres capaz de reírte de tus lamentaciones. Lamentable realmente lamentable.
En realidad me arrepentí profundamente de interesarme o darle conversación, al principio sentí pena e incluso comprensión pero fui incapaz de ponerme en su lugar.
De la pena pasé al asco, y del asco al rechazo aunque no es del todo cierto…

La conversación surgió pues unos días antes le había indicado una calle y me interese. Ya saben convenciones sociales que uno nunca olvida…
Como el abecedario, sumar o incluso escribir.
Más o menos me describió su trabajo y la función que desempeñaba.

A todo esto me comenta mi compañera que hay una corporación que recupera el pelo del cuerpo para insertártelo en la cabeza. Es una buena noticia para un joven alopécico pero extremadamente lampiño. Imagínense que en lugar de “cuero cabelludo” comercializan neuronas.

Para la adquisición de banco neuronal

¿No puede pagar la letra del coche nuevo, o de la hipoteca o de la entrada al piso?

Venda sus neuronas para que quiere tantas, con una para gastar su dinero y otra para recuperar el dinero gastado ¡basta!

1 neurona-50 euros. Elevamos su nivel adquisitivo a un 50 por ciento más.

Con beneficios fiscales para intelectuales en paro.

Para su venta y comercialización

¿Qué ha tirado las llaves de su casa a la papelera sin darse cuenta?

¿Qué no encuentra su coche después de un día de borrachera?

Para ricos y famosos con adicciones, exceso de trabajo, fiestas vips… y un largo etcétera de privilegios varios.

1 neurona- 50 euros

10 neuronas-700 euros

Neurofax reactiva tu mente

Bueno a lo que vamos… Su trabajo de comercial de seguros le obliga digamos a arrastrarse por las calles, por los pisos y edificios a la busca de vivos que deseen quizás tener una buena vida después de la muerte. O al menos para sus congéneres.
Nunca lo he comprendido, como muchas otras cosas. Pagas un seguro por encima de su valor para cubrir los gastos de tu funeral, o para recuperar el dinero que te han robado.
Quizá este último tenga más sentido, y quizá alguno de los muchos que hay sean necesarios, no lo dudo. Acaso no son todos una estafa que se paga de por vida. Ja

Pero lo más ignominioso son los sueldos que cobran estos comerciales de corredurías, si es que lo cobran. La tía en cuestión debe hacerse con tres seguros al mes para llegar a cobrar 600 euros y aun así sigue trabajando, sigue levantándose todas las mañanas, pagando el transporte con el dinero que no cobra, pagando su comida, su café, su pincho todo por un trabajo que solo es remunerado en caso de que se cumpla la cota establecida. En realidad unos 80 euros son fijos.
Encima de cada cien visitas casi cien son de portazo fijo, vas picas, te auscultan por la mirilla y ni siquiera abren la puerta. Hay que decir que la chica no es nada agraciada pero nada agraciada en ningún sentido. Se arrastra, se lamenta, y busca, ¿Qué buscas?.

No le gusta su trabajo, tampoco lo que gana le da para vivir. ¿Por qué sigue?.

Ah… se me olvidaba para pagarse los estudios de enfermería que dejo por esta mierda de trabajo.

La primera vez que mantuve una conversación, le recomendé que lo dejase, que no tiene sentido. “Yaaa, pero es que…, ya pero es que…”
Aquí ya pasé de la comprensión al rechazo, no hay dignidad que lo resista, y no es que yo sea muy digno pero me revienta esta clase de gente. Me revienta

Luego dicen que tenemos lo que nos merecemos…

Por si no era suficiente tormento hoy se acercó de nuevo, no sé si para ligar conmigo, o para cantar la misma cantinela o quizá para hacer tiempo y resguardarse de la que estaba cayendo. Ya le dije que no podía atenderla que tenía cosas que hacer y así lo simule pero me volvió a dar pena, y le pregunte.

-¿Qué tal?

-Bueno tenemos unos posibles clientes.

Y le dije bueno si no los consigues ya sabes… ¡Que les den…!

Se ríe la capulla, la capulla se ríe… Al final se fue y le dije contundentemente:

-Déjalo, déjalo, creen que dependemos de ellos para vivir pero es completamente falso.

La verdad es otra pero al menos siempre nos queda cambiar como quien cambia de operadora de telefonía móvil. Siempre puedes cagarte en sus putos beneficios, y mandarles a tomar un puto helado con tropezones de cristales y cientos de alfileres.

Odio la servidumbre.

DEGOLAMENTOS

Imágen/Óleo de DAR। David Álvarez। DE LAS PROFUNDIDADES


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