En San Lorenzo se abrigan los amantes que quisieron ser
estrellas
arropados por la arena nunca se dejan arrastrar.
Susurran a las caracolas todas las caricias que no se dieron
en cualquier playa de cualquier lugar los puedes escuchar.
En San Lorenzo los hay que buscan fortunas con detectores de
metal
hay viudas negras que pasean sus penas en círculos
concéntricos
Madres del Emigrante que abrazan a las pateras que nunca van a
llegar a tierra
Viejos pescadores que faenan en Tierra, Tierra, Tierra
Ocre de
ocre manchado de arena
húmeda Tierra que baña las orillas y cicatriza heridas con
sal.
En San Lorenzo hay poetas que embriagados de poesía
se agarran a las farolas para que las olas no arrastren
sus versos
Borrachos despistados que son atrapados por olas de diez
metros
y calma en la tormenta, tormenta en la calma.
Hay tirititeros celtas que
juegan a ser “Nuberos”
Ánimas pérdidas vestidas de
blanco
Niños en zancos que pasean sus sonrisas de caramelo
y acompañan a los ancianos en su caminar mundano.
En San Lorenzo hay amantes que arropados por la arena
quisieron ser estrellas y abrazados por el viento
llegaron a otras tierras.
En San Lorenzo hay caracolas que no guardan secretos
y el horizonte aunque cambié de color siempre es horizonte.
Eterno, Zaragoza, 2011.
Nubero: Es un personaje muy feo de enormes barbas y que
va vestido con pieles y un gran sombrero. No soporta a los curas y se le puede
ahuyentar con las campanas de las iglesias o colocando un hacha con el filo
hacia arriba en lo alto de los tejados. Camina dando dos pasos hacia delante y
uno hacia atrás. Es el causante de los desastres, y provoca las tormentas
descargando el agua de las nubes. Pero cuando alguien le hace algún favor, le
recompensa librando sus tierras de las tormentas y regándoselas en época de
sequía. (mitología asturiana)