He descubierto que mi pasatiempo
Favorito
es hacerte perder el tiempo
Y que soy feliz
abriendo la boca
Para que entren
los mosquitos
Y me llenen
de la rabia
que he perdido.
Me he quedado
con una vida
que parecen dos
y en realidad
solo es un puto guiño
al destino.
Por eso no tengo miedo
de nada
o casi nada
Porque no lo he perdido todo
siempre me quedo con la chatarra
Su óxido es el rastro de un reloj
al que se le olvidó contar
Y cuentan los segundos
que los minutos se mantienen
en vela
y las noches son insomnios pasajeros
sometidos a cambios de horario.
Hoy las horas se retrasan
y mi cuerpo levita
en una extraña divagación
COTIDIANA.
Dame el tiempo
que has perdido
leyendo este poema
y te escribiré otro.
Eterno, Isuerre, 2012
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