sábado, 9 de agosto de 2014

La Chica del Puente




Es curioso siendo ateo
incluso racionalista
me atrae el azar
la casualidad
las predilecciones
hasta las premoniciones

Tengo sueños que se hacen realidad
la mayoría de ellos se convierten en poesía.
Vivo para contarlos.
¡Vivo para vivirlos!

Soñé que me iba a un pueblo a vivir
y a un pueblo me fui.
Pasara lo que pasara.
Perdiese lo que perdiese.
Y perdí la paciencia
y mi dinero.
Pero aprendí a tener paciencia,
a convivir conmigo mismo,
a quererme y reprocharme
sin castigarme demasiado.
A no preocuparme
por lo que sientan
y digan los demás.
A no sentirme culpable
porque alguien la pague conmigo.
Ahora pienso
y me digo
¿tendrá algún problema?
Que no atino a comprender
me da igual
exactamente igual
la culpa es un sentimiento religioso
un látigo de cuero
para los que viven la Semana Santa
los 365 días del Año.

Yo
soy ateo
pero tengo premoniciones
a veces sueño
cuando estoy despierto.

Tengo por costumbre
ver “la Chica del Puente”
una vez al año.
Esa película francesa
que habla del azar
de los encuentros
y los desencuentros.
De los que se sienten solos
y perdidos en esta galaxia
inmensa
inabarcable
de sollozos
de lamentaciones
de alegrías
de fortalezas infranqueables.

Me gusta su vitalidad
tan al límite de todo
un lanzador de cuchillos
que sabe lo caprichoso que es el azar
y una suicida empedernida
que busca desesperadamente
lo que nunca encuentra.

Tenéis que verla.
Una vez al año,
para no perder la costumbre,
porque no siempre la racionalidad
tiene porque tener razón
y el azar.
El azar
solo es fruto de la casualidad
o de tu imaginación.

Quizás sea el momento de volver a verla.

Cuetos Víctor, Ortigueira, 2014 




1 comentario:

vicente dijo...

Cuando no puedas ver a la chica del puente.......piensa que siempre nos quedará Paris....a mi personalmente me vale........
Un saludu candial...collaciu