Y yo me duermo en camas matrimoniales
no me atrevo a correr las sábanas.
Afuera hay miles de despedidas de
solteros.
Me dan miedo.
Camas redondas
camas de agua
pantanos cenagosos de camas.
Ya no me quito la ropa ni para dormir.
Estoy de paso.
No hay camas voladoras
ni alfombras mágicas
se soltaron los muelles
de tanto saltar sobre ellas.
Camas volando
apartando las nubes
camas extra
camas grandes.
Colchones sin cama.
Viscoelásticos.
Jergones viscosos
en los cuarteles de invierno
llenos de mantas agujereadas
manchas de humedad sobre tu cara.
Camas más camas
su estabilidad es falsa.
Las de agua se pueden pinchar
y acabarás ahogado bajo las mantas
o nadando a contracorriente.
¿Quien sabe?
Camas.
Esposas.
Látigos.
No me va el sado
el sado no me va
un poquito igual
solo un poquito.
¿Eh?
Gentes que se disfrazan
despedidas de soltero
que dan miedo.
Sábados de doblete:
En los bares que estaban de moda
cuando salían mis padres.
cuando salían mis padres.
Y ahora son un nido
de oraciones simples y conjunciones
copulativas.
¿Y de quién folló con quién?
¿Compraste los condones en una máquina
expendedora?
¿Se rompieron todos?
¿Como es posible?
Tu esperabas un niño de la Raza Aria.
Vaya si lo esperabas.
Algo pasó en aquella despedida de
soltero:
-Nuestro matrimonio se rompió
pero tuvimos,tenemos que seguir adelante.
Y yo me duermo en camas extra
matrimoniales
son tan grandes
siempre hay espacio para uno más
y las alfombras no vuelan
pero son de Ikea.
y las alfombras no vuelan
pero son de Ikea.
Cuetos Víctor, Mátame Xixón, 2015
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