Todo aderezado con la embriaguez o la ebriedad que nos
proporcionan las drogas (alcohol inclusive).El espectáculo va comenzar; ¿ya han
elegido ustedes su rol social?
Véase macho dominante de
cacería, y todos sus sentidos apuntando a todas las que pasean por su mirada.
Esta sí, esta no. Esta es un fierro de Bilbao, la otra joder como está, mira
esa que asco da...juajua, no me la follaba ni tapándole la cara con la bandera
de España. Todas las mujeres son unas putas, no te enamores nunca de ninguna.
Véase mujer dominante de 30
años que quiere ser como una de 20, una bolita blanca surca su nariz. Mira
atenta, sonríe a carcajada limpia mientras ofrece a dos chicos un trío. Que
guay soy, soy supermegagüay, la modernidad en una cajita de cristal que se
esfuma en la resaca del día siguiente o incluso la semana que le queda por
trabajar en la oficina. La vista perdida sin ninguna meta ya, y con la
sensación de haber perdido el tiempo, y la ansiedad generada por el paso del
tiempo y las drogas con las que adereza sus noches y el anhelo por un amor que
se fue sin avisar para no volver jamás.
Véase al faltoso de turno
que ya no cree en nada, agita su mente con tormentas contagiosas, y verbo en
mano insulta al personal de la manera más sutil posible.
-Ei,tron. Sabías que las ovejas eléctricas sueñan con
alegres replicantes, o somos nosotros los alegres replicantes que sueñan con
ovejas eléctricas. ¿Dímelo tú?.
Al final de la noche acaba perdido, solo, con la punta
enhiesta de la sobredosis de estimulantes y alcohol. En un portal intentando
joder con una prostituta que desesperada mira para otro lado mientras le chupa
la polla.
Véase al camello de turno
con regalos para todos, y con su tensa mandíbula va sorteando viajes al por
mayor.
Tú
solo tienes que rascar y miles de premios conseguirás.
-Para ti esta bolsita, mira, ésta está mejor que lo que le di al
otro pardillo. Pero tú me caes bien, joder, así que venga.
(mientras
piensa, joder, antes era puta escama, parecía feldespato, brillaba en la
oscuridad y nos hacía brillar en los sótanos de un VARsovia eléctrico. Ahora
esto es una jodida mierda, una mezcla de medicamentos varios retirados del
mercado y una puntita de cocaína con cafeína sintética)
Véase
a los dos secretas ultrabronceados, una de ellos se parece a un joven Don
Jonshon, y el otro a un Teddy Savallas pletórico. Aparecen de repente ante dos
jóvenes entrados en años que tranquilamente apuran sus cigarrillos y acaban de
comer unas patatas bravas. Hablan de la vida, de su vida que ha llegado a un
punto en el que lo único que les satisface es estar tranquilos. Uno de los
secretas intenta sacar la placa de su cartera, sin lograrlo. Lo intenta una
vez, dos y casi pasa de largo ante estos(mientras ellos piensan, "a ver
con que nos salta este, que nos va invitar a una raya, o qué...jajajaja). Teddy
ante la falta de eficacia de su compañero incapaz de sacar la placa de una vez
lo hace él, con una extrema seguridad muestra la placa de policía y la agita
ante los dos colegas a los que se les escapa una carcajada.
-¿Qué?,
¿comiendo algo?
-Sí,
sí, claro, comiendo algo y echando un cigarrillo.
Los
dos antivicio desaparecen como aparecieron conscientes de la humillación y
siguen con su supuesta y rutilante identificación de posibles consumidores de
drogas y alborotadores. Aunque parece que los qué más puestos van; son ellos.
Esto de ser policía debe provocar mucha ansiedad.
Véase
al punkie, con botas de trekking, y ropa de montaña, dando un discurso sobre el
amor libre, mientras dice a un amigo que va poner un gallinero encima de su
casa. Para todas las gallinas que lo pretenden. Así las tiene todas, siempre a
su disposición. El speed recorre sus venas y lo agita de un lado para otro.
Habla
aquí, habla allá, picotea y picotea pero es incapaz de quedarse en un sitio y
escuchar, simplemente escuchar. Será que los demás no somos lo suficientemente
radicales.
Véase a la hippy-punkie, recién
sacada la carrera, en la esquina de la barra, apoyada, decidiendo a
cuál de todos los imbéciles se va follar esta noche.
Véase a todos los demás con
sus defectos, sus errores pero sin ningún estereotipo concreto, disfrutando de
la noche sin necesidad de apurarla hasta el último momento, sin necesidad de
necesidad de nada. Simplemente disfrutando de buena compañía, y pidiendo perdón
a cada pisotón dado. Y en el último pisotón, antes de salir de un pub discoteca
alguien le asesta una puñalada en sus costado.
Xixón,
te mata.
Víctor
Cuetos, 2009, Xixón.