No hay mayor cárcel
que la que se construye
uno mismo
y peores barrotes
que las lindes de tu piel.
Ser libre
exige
desprenderse de todo
para que no te coman
las Alimañas.
Ser libre
exige
aceptar
que vas a vivir
menos que los demás;
quizás sí, quizás no.
Ser libre
exige
ser tú
aunque te pese
y el sacrificio
sea tan grande...
como para sentirse
el ser más vulnerable
y pequeñito
de la tierra
que se aferra
a su último atisbo
de lucidez y serenidad.
Ante la inmensidad
ante la barbarie
ante el espanto.
Ser libre exige
saber cual es el momento
adecuado
para ejercer tu derecho
a serlo.
Ser libre exige
no andar como ratas
por la ciudad
si no como gatos
que pasean en libertad
y se atreven a mirar
desde las ventanas
con estilo y sigilo.
Ser libre exige
caminar despreocupado
alegre
orgulloso
orgullosa
de quién eres
y de todo lo que formas parte
o formaste parte.
Ser libre exige
que seas consciente
de que la cárcel más grande
que hay en el mundo;
es uno mismo o una misma.
Por que las de verdad
solo son de hormigón
mezclado con metal
de máxima seguridad.
Víctor Cuetos, Xx, XXXX
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