Dios salve a la Reina Isabel.

 

Compartimos lágrimas

sudor y la sangre de Cristo

en una copa de Vino.

Aunque nos gustan los incendios

no queremos quemaduras

de ningún grado.

 

Somos despreocupados

o nos preocupamos demasiado,

por demás.

No aprendimos a querernos

Y por eso, quizás, nos quisieron mal. 

Ya fuera por maldad y alevosía

o por la mejor de las voluntades.

 

Te pregunté si podía besarte

 y me dijiste NO por los kilómetros

que nos separarían, luego.

Al final, nos hicimos de todo,

menos daño.

 

Mientras la Reina de Inglaterra

palidecía moribunda,

renacíamos.

Mientras el rey daba sus condolencias

nos hicimos de todo

y no nos prometimos nada.

 

Solo por joder a la Reina

solo por joder al Rey.

Nos hicimos de todo, menos daño.

 

Víctor Cuetos, XX, Xxxx