Hay muertes que son especiales
que no se tocan
que no se nombran en vano
a no ser que tengas una buena razón
para hacerlo.
Puedo dar nombres y fechas
son personas
de las que no pudiste despedirte.
O te despediste de aquella manera.
Y quizás pensaste
que acabarían siendo fantasmas.
A los que vuelves.
Con lágrimas inoportunas
a destiempo.
Pero yo soy así
y tengo que disculparme.
Pero hay muertes
que te tocan
que siguen frecuentando
tu vida hasta que tú te mueres.
Y te conviertes en un fantasma
que ya nadie puede tocar.
No llevan sábanas
no están muertas realmente
siguen vivos
porque tú los haces vivir
cada cierto tiempo
vuelven
son inoportunos
provocan lágrimas de cocodrilo
de caimán
son como árboles
que si no cortas su raíz
vuelven a crecer
hasta la copa
de otro semejante
para darle calor
espacio
vida
luz.
Nunca muerte.
Hay muertes que no se tocan
que no se nombran en vano
a veces las desaparecen
otras veces se desaparecen.
Son hijos, hijas, madres, abuelas.
La raíz.
La semilla.
La vida.
La razón.
La motivación.
Por la que tú
sigues adelante
para dar testimonio
de aquellos que fueron invisibles
porque les gustaba desparecer.
O directamente las desaparecían.
Son los muertos
las muertas
las que no se tocan
las que se respetan
porque se desaparecen
o las desaparecen.
Víctor Cuetos, Xx, XXXX
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