miércoles, 11 de enero de 2012

Un Marchante



Quiero decirle a todo el mundo
lo malo que me he vuelto
lo mucho que escupo al destino
lo insoportable que soy

Lo suicida
Lo maldito
¡Oh-la-la-la!

Y que me corro de gusto
caminando
por un hilo
que pende
de un hilo

Esa irresistible sensación
de que vives
hasta el último segundo
en tu piel
y que eres capaz
de arrancarla a tiras
si así lo decides.

Quiero decirles a todas
y a todos ustedes
que he decidido
tirarme por la ventana
de un sótano
y salir por el tragaluz
echando humo por la boca.

Que me he vuelto un demonio
con patillas y perilla roja 
y que tengo un rabo de toro
                           en el coxis.

Que soy peludo como un oso
y que me niego a afeitarme 
en la Era de la Depilación Asistida
y la Corporación Dermoestética.


Que me rodeo de gentes valientes
y no de meapilas con dirección alkalina.
Que soy Santo por vocación
y el diablo subyace en mi interior.


Ni sí
Ni no
Ni bueno
Ni malo.

Y el que quiera corregirme
que se compre Tippex
y empiece borrando
todos mis poemas
el rastro de mis pasos
de libre y alegre Marchante*

Que si alguien quiere buscarme
Estoy allí
Estoy aquí
Que no me busque por los libros
Que estoy paseando por la vida
Que estoy paseando por la vida.


*En referencia a la Marcha de los Indignados, 2011. 


Eterno, Isuerre, 2012 (Dedicado a los y las Marchantes a los que se quedaron por el camino, y a los que siguen por él)

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