viernes, 19 de septiembre de 2014

Un tetra brik de recuerdos.



¡Zas!
Los recuerdos.
Si yo te hablará de los recuerdos
que andan buscando venganza
que se te atragantan
como un cuchillo en la garganta.
¡Zas!

Si yo te contara mis recuerdos
mi madre dice que soy un mentiroso
porque nunca se sabe
cuando estoy hablando en serio
y cuando en broma
pero es que la verdad se me olvida
con facilidad.

Y no me tomo muy en serio la vida
porque la vida la ha tomado conmigo.

Los recuerdos, mis recuerdos
son como los yogures de Cañete
o el arroz Brillante
nunca se pasan
nunca caducan.

Yo los envaso al vacío
los meto en el congelador
y el día menos pensado los descongelo
los frío con una sartén de porcelana
y me los como con una cuchara
de acero inoxidable.

Te rondan con trajes de lentejuelas
carteles luminosos.
Bienvenidos a mi particular infierno de neón
¿Por donde se va al cielo?
Me he escapado tantas veces
de ese manicomio perfecto
que cuando quiero voy
y cuando no me quedo.

¡Zas!
Los recuerdos dices
te andan buscando
con tu carnet de identidad en una mano
y la tarjeta de crédito en otra
son como un ticket regalo del Alimerka
nunca te acuerdas de que los llevas encima.

Si yo pudiera canjearlos
por una botella de vino
y ser un pez que cae
en la primera copa
y escuchar como desciende 
a bor-bo-to-nes 
o ser un tanino persistente
que sabe a fruta roja
casi que madura.

¡Zas!
Los recuerdos.
Son comos peces de colores
se destiñen con la edad
aun así
nunca
jamás
se te ocurra
meterlos en un envase
de esos de plástico
o en un tetra brik.

Recuerda que los mensajes
siempre van en una botella
de cristal. 

Cuetos Víctor, Ortigueira, 2014  

No hay comentarios: