Cuando me hablan del Regimen del 78
yo pienso en los Chupachups y las
Piruletas de Koyak
que rojas eran y como te dejaban la
lengua...
y cuando me explican el Tratado de
Maastricht
que decirte
se me vienen a la cabeza las Coles de
Bruselas
y los inmigrantes que huyen de sus
países
escalando una valla que crece por
alguna razón
que se me escapa
¿serán las habichuelas mágicas o las
Coles de Bruselas?
Cuando pienso en el Tratado de Libre
Comercio
me imagino a Rato con un maletín
disfrazado de James Bond
con licencia para especular en todo el
mundo
me imagino al maíz transgénico
devorando los campos de medio mundo
deslocalizaciones
cementerios industriales.
Serán simples imágenes mentales
desfiguradas
cuando pienso en Podemos
pienso en todo lo que podíamos hacer
antes
y con lo poco que nos conformamos ahora
es como si la realidad fuera en otra
dirección
completamente diferente.
Y tendrán que chocar digo yo
Podemos y la Realidad
creo que al choque lo llaman la
Doctrina del Shock.
Ahora en las manifestaciones podemos
silbar y hasta pitar
hasta que te piten los oídos
te meten en una reserva india
la vallan entera
y de vez en cuando te dan algún palito
en el culo
o te piden el carnet de identidad
mientras tanto el inmigrante sigue
trepando
por la valla
¿Quien plantaría las habichuelas
mágicas?
Esas que te dejan en Estado de Shock
y es entonces cuando no sabes que hacer
si tirar la piedra o esconder la mano
echar a correr en cuanto oyes un
pequeño disparo.
Los que quieren hacer la revolución
se quedan en la pirotecnia
y de ahí no salen
los que no la quieren hacer
piensan que la están haciendo.
Y yo no sé con quien ir
casi prefiero que mi madre me coja de la
mano
que apriete fuerte
como cuando íbamos a las manifestaciones
y solo era un niño
como cuando íbamos a las manifestaciones
y solo era un niño
y echemos los dos a correr
y luego comerme una piruleta de Koyak
y enseñar la lengua toda roja.
A unos y a otros.
Cuetos Víctor, Ortigueira, 2014
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