Para los y las personas que no pudieron asistir al recital del otro día, en el que recitamos Antonio Orihuela y yo. Y en el que tuvimos la suerte de tener a David González como maestro de ceremonias. Aquí tenemos una grabación realizada por Falo Marabayu, de Radio Kras.
La verdad es que recitar ante dos grandes de la literatura de combate, que te arropen en una especie de presentación de un libro, o de dos. El mío y el de Antonio Orihuela; Pelar Cebollas, que por lo poco que he leído tiene muy buena pinta.
Impone mucho. Me puse nervioso como no lo hacía años, y no fui capaz de meterme en mis poemas que es algo que detesto. Si no puedo meterme en la piel de mis poemas no puedo interpretarlos certeramente. Lamento que no haya recitado como acostumbro, y que llegara al último verso de los poemas con la lengua fuera no pudiendo como muy bien me dijo David González, recalcando el final.
Para David, creo entender, habiendo leído y escuchado bastantes poemas suyos qué: el poema tiene un principio, un desarrollo y un final contundente, como un puñetazo en la boca. Que te noquea. Yo pienso igual, y lamento no haber estado a la altura. En este sentido soy perfeccionista, para mi la interpretación del poema, o defenderlo ante los oyentes es una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida.
Es casi como entrar en las emociones del que te escucha,y provocarlas. En fin, lo lamento. Aun así seguiré luchando a mandíbula batiente y con todas las palabras del mundo en el bando de la poesía de combate. La que se bate el cobre con la calle, el barrio, y la que es transparente como el agua de Camarón y la leyenda del tiempo.
La verdad es que recitar ante dos grandes de la literatura de combate, que te arropen en una especie de presentación de un libro, o de dos. El mío y el de Antonio Orihuela; Pelar Cebollas, que por lo poco que he leído tiene muy buena pinta.
Impone mucho. Me puse nervioso como no lo hacía años, y no fui capaz de meterme en mis poemas que es algo que detesto. Si no puedo meterme en la piel de mis poemas no puedo interpretarlos certeramente. Lamento que no haya recitado como acostumbro, y que llegara al último verso de los poemas con la lengua fuera no pudiendo como muy bien me dijo David González, recalcando el final.
Para David, creo entender, habiendo leído y escuchado bastantes poemas suyos qué: el poema tiene un principio, un desarrollo y un final contundente, como un puñetazo en la boca. Que te noquea. Yo pienso igual, y lamento no haber estado a la altura. En este sentido soy perfeccionista, para mi la interpretación del poema, o defenderlo ante los oyentes es una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida.
Es casi como entrar en las emociones del que te escucha,y provocarlas. En fin, lo lamento. Aun así seguiré luchando a mandíbula batiente y con todas las palabras del mundo en el bando de la poesía de combate. La que se bate el cobre con la calle, el barrio, y la que es transparente como el agua de Camarón y la leyenda del tiempo.
Pero tampoco fui capaz de salir de mi mundo, el perfeccionista, para atender a personas que habían venido de muy lejos. Un padre y su hija, Alma Luna. Estaba tan metido en mi mismo que ni siquiera me emociono. Asi que me disculpo y espero que la próxima vez sea capaz de meterme en mis poemas y no en mi mismo.
Gracias a la Revoltosa, gracias a Verónica Piñera Magdalena y Oriol Dm Dm, dos revoltosos de mucho cuidao...
Gracias a Antonio Orihuela por venir de tan lejos, y por ser el padrino de este libro mío, que ya es vuestro.
Gracias a Falo Marabayu y Radio Kras por la grabación.
Un abrazu xentiquina
Gracias a la Revoltosa, gracias a Verónica Piñera Magdalena y Oriol Dm Dm, dos revoltosos de mucho cuidao...
Gracias a Antonio Orihuela por venir de tan lejos, y por ser el padrino de este libro mío, que ya es vuestro.
Gracias a Falo Marabayu y Radio Kras por la grabación.
Un abrazu xentiquina
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La poesía nos hace libres
Víctor Cuetos, Xx, 2017
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