I
No me
gusta la inspiración divina
tampoco
la mayonesa Musa.
Sabe
mucho a vinagre.
II
No
necesito hadas madrinas
ni
carruajes de calabaza
no
creo en la lotería de navidad
ni
tampoco en la Esperanza.
Hace
mucho, mucho tiempo
que se
vendió al Capitalismo.
Y el
verde que te quiero verde
dejo
de ser Lorquiano
y
ahora solo es una luz
que te
envía un mensaje
y a su
vez otro mensaje.
Es el
puto Facebook.
III
Yo
nací pronto
tú
naciste temprano.
Tú
eras el faro
que
hacía que los barcos
se
encallarán
y los
veleros nunca llegaran
a
tierra.
Te
salió mal
Yo soy
de los que no aspiran
a
llegar a ninguna parte
porque
con poder caminar:
me
conformo.
IV
Nos
movemos.
Estamos
vivos.
V
El
mundo
es
según como lo mires
a
veces es un gran muro
que
separa nuestras vida
y
otras veces
son
los ríos los que lo acercan.
Somos
los únicos animales
que
tenemos capacidad
para
percibirlo
y no
somos capaces de verlo.
VI
Hay
cosas
son
solo cosas
que
nos separan
Y hay
otras...
que
misteriosamente
nos
unen;
estas
son las imprescindibles.
VII
El
amor
es la
compensación de la muerte:
su
correlativo esencial
Lo
decía Schopenhauer.
VIII
El ego
las
relaciones de poder
hacen
que el amor
se
reduzca
a la
mínima esperanza.
La
religión
el
castigo
el
sacrificio
lo
hacen añicos.
IX
La
vida es otra cosa.
X
Aunque
a
veces
me
gustaría
morir
hablando contigo.
Víctor
Cuetos, Xx, 2018
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