Yo confieso;
que no llego a fin de mes
que no tengo dinero ni para condones
y que me da vergüenza decirlo.
Yo confieso que estoy harto
de esta vida absurda
en la que unos llenan los bolsillos
y otros se las ven para remendarlos.
Que esto es un agujero negro
que nos lleva a un vacío
que no se llena ni con toda la liquidez del mundo.
Yo confieso
sí
y no necesito obispos
ni empresarios paternalistas
ni discursos grandilocuentes
ni payasos de alta cuna
que me digan
me hablen
me citen
a la maldita Amnistía
para ponerla de argumento.
Yo confieso
que sé
que esta crisis es eterna
que no hay solución
si no se cambia de vida
y dejamos de depender
de obsesivos dependientes
del servicio por el servicio
del Cara al sol
mientras tú sudas a mares.
Yo confieso
que los odio a todos ellos
y que hago apología del odio.
De aquellos que nunca han dejado
que el pueblo se emancipe
porque tienen miedo
porque viven cagados
de tantos enemigos
que se han ganado
de tantas atrocidades
que han cometido
en nombre de nosequé razón.
Yo confieso
que hacen sentirme como una mierda
cada vez que pongo el grito en el cielo
y anuncio tempestades, tormentas,
verdades y consecuencias.
Yo confieso;
que llevo toda una vida
rechazando contratos
créditos bancarios
propiedades inmobiliarias
matrimonios forzados
para sentirme un poquito más libre
y aun así, ya casi es imposible.
Yo confieso;
que mi libertad está por encima de todo
y que tú no me la vas a arrebatar nunca...
Eso es algo que profeso hasta las últimas consecuencias yo...
Yo confieso, que no es la Amnistía,
que es la crisis y la decadencia de un sistema capitalista
que golpea fuerte y nos deja sin nada.
Víctor Cuetos, Xixón, 2023
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