viernes, 1 de diciembre de 2023

Adicciones

 



El peor síndrome de abstinencia

es el que provoca los dedos 

que dejan de tocar.

Los brazos que dejan de abrazar.

Los labios que dejan de besar.

 

El más duro de todos, el más catastrófico.

El más dramático es el del corazón

que deja de latir, el tacto que deja de sentir.

Los ojos que dejan de ver, los oídos

que dejan de escuchar.

 

La peor de las adicciones

que hay en el mundo

y con fatales consecuencias.

Es la de querer más.

A toda costa. La de poseer por poseer.

 

Querer más de lo que tienes

cuando ya tienes demasiado.

Y su síndrome de abstinencia

produce falta de tacto,

brazos de madera,

labios de metacrilato,

y lo que es peor de todo;

miedo a perderlo todo.


Víctor Cuetos, XX,XXXX

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